Turismo del bienestar: ¿Por qué hacer yoga al aire libre tiene mayores beneficios?
En los últimos años, cada vez más personas buscan escapar del estrés de la vida diaria para encontrar armonía y serenidad en la naturaleza. Muchas aprovechan el descanso de su régimen laboral y optan por vacaciones que combinen actividades físicas saludables y la conexión con el medio ambiente.
El turismo del bienestar está experimentando un auge sin precedentes y la práctica de yoga al aire libre se ha convertido en la experiencia wellness más demandada en este tipo de viajes. Pero ¿por qué esta disciplina milenaria que mejora la calidad de vida, tanto física como emocional, tiene mayores beneficios cuando se practica en el exterior?
En primer lugar, practicar yoga en una superficie inestable como la arena de la playa, una pendiente rocosa, una tabla de SUP o incluso un barco requiere un mayor enfoque y equilibrio.
Estos desafíos adicionales fortalecen los músculos centrales, mejoran la estabilidad y aumentan la conciencia corporal.
Por otro lado, el entorno marítimo o montañoso proporciona una experiencia sensorial enriquecedora. El olor de los bosques, el aire fresco de las sierras, la textura de la arena bajo los pies y la vista del horizonte infinito estimulan nuestros sentidos y nos ayudan a estar más presentes en el momento.
Y por último, el sonido rítmico de las olas o el canto de las aves favorecen una relajación profunda y una reducción del estrés. La práctica del yoga al aire libre nos permite desconectar del ruido y las distracciones urbanas, y nos brinda un espacio de introspección. Pero más allá de la tendencia turística, el yoga es una herramienta poderosa que se diferencia de muchas actividades físicas que necesitan equipos especializados o entornos específicos, ya que simplemente requiere el uso del propio cuerpo y una superficie firme. Ya sea en una plaza al amanecer, en el jardín los días que hacemos home office o en balcón cuando llegamos de trabajar, esta práctica se caracteriza por ser versátil y accesible. Es un recordatorio constante de que el equilibrio y la serenidad están al alcance de nuestras manos, independientemente de las circunstancias externas.
Por Julia Olcese Instructora de yoga y experta en bienestar integral para Ambito.com